lunes, 13 de diciembre de 2010

APROXIMACIÓN A CARL R. ROGERS Y A LA TERAPIA CENTRADA EN EL CLIENTE


    CARL R. ROGERS

Fue partícipe y gestor instrumental en el desarrollo de la terapia no directiva, también conocida como terapia centrada en el cliente, que él renombró como terapia centrada en la persona.
La psicoterapia "rogeriana" es el enfoque que mayor influencia ejerce actualmente sobre los psicoterapeutas y consejeros norteamericanos.
El Rogers consejero. En su libro "Orientación psicológica y psicoterapia", publicado por primera vez en 1942, plantea un enfoque revolucionario en orientación y psicoterapia, en el cual establece la "no-directividad" como actitud fundamental del orientador o psicoterapeuta en la relación con el cliente.

LA HIPÓTESIS CENTRAL DE LA PSICOTERAPIA CENTRADA EN EL CLIENTE

Rogers realiza una serie de planteamientos tendientes a esclarecer su posición frente al proceso terapéutico, la personalidad y la naturaleza humana.
Hipótesis (como eje de toda su concepción psicológica): "Que el individuo tiene la capacidad suficiente para manejar en forma constructiva todos los aspectos de su vida que potencialmente pueden ser reconocidos en la conciencia"
Rogers asume que existe en todo ser humano una tendencia innata a la actualización, esto es, al desarrollo progresivo y a la superación constante, si se encuentran presentes las condiciones adecuadas Algo similar a la autorrealización, también innata, que proponen Maslow y a la autorregulación organística de Perls.
El hombre, dice Rogers, es positivo por naturaleza, y por ello requiere respeto absoluto, especialmente en cuanto a sus aspiraciones de superación, está contraindicado para el psicoterapeuta realizar todo tipo de conducción o dirección sobre el individuo; se recomienda, situarse en el punto de vista del cliente, asumir su campo perceptual y trabajar en base a ello como una especie de alter ego; aquella, consciente de su capacidad de desarrollo no utilizada, que no va "en busca de ayuda" sino que trata de ayudarse a sí misma.
Se descartan del lenguaje rogeriano los términos paciente, enfermo, curación, diagnóstico, etc., porque connotan dependencia, limitación y falta de respeto por la persona.
La hipótesis básica de Rogers es que: "La orientación psicológica es una relación estructurada y permisiva que permite al cliente comprenderse mejor a sí mismo de tal manera que pueda ir dando pasos positivos a la luz del nuevo enfoque que quiere dar a su vida; de esta hipótesis se deriva que todas las técnicas empleadas tienen como finalidad el desarrollo de un tipo de relación libre y permisiva, la comprensión de uno mismo durante el proceso terapéutico y fuera de él y la tendencia hacia una acción positiva por propia iniciativa"
Rogers explica que su enfoque tuvo como base su experiencia en el campo de la orientación infantil y de adultos,
Influencia:
  • el pensamiento de Otto Rank, modificado por Taft, Allen y Robinson en lo que fue llamado "terapia de relación".
  • El psicoanálisis freudiano, con sus procedimientos terapéuticos.
  • La terapia de juego.
  • La experimentación incipiente en el campo dela terapia de grupos.
  • La experiencia práctica desarrollada a partir del ejercicio clínico en gabinetes, colegios o
"Este nuevo enfoque difiere del anterior en que tiene una meta distinta. Tiene como finalidad directa la adquisición de una mayor independencia e integración personales en vez de esperar que surjan los resultados si el orientador ayuda a resolver el problema. El foco de atención se centra en la persona, no en el problema. Su finalidad no consiste en resolver un problema concreto, sino en ayudar al individuo a crecer, para que pueda enfrentarse con el problema actual y con los que surjan posteriormente de la manera más coherente" (Rogers, 1942/1978: 38).
Su enfoque se caracteriza, porque:
  1. Se apoya fundamentalmente en la tendencia de toda persona al crecimiento, la salud y la adaptación. La terapia es una tarea de liberación para que crezca y se desarrolle, de quitarle obstáculos para que pueda avanzar de nuevo
  2. El enfoque propuesto concede mayor atención a los "elementos emocionales" que a los intelectuales.
  3. concede una importancia mayor a la situación inmediata que al pasado de un sujeto
  4. por primera vez se destaca la relación terapéutica es en sí misma una experiencia de crecimiento; el contacto con el terapeuta es en sí misma una experiencia madurativa. Aquí la persona aprende a comprenderse a sí misma, a tomar decisiones importantes independientemente, a relacionarse satisfactoriamente con los demás de una manera más adulta [...] Ciertamente este tipo de terapia no es una preparación para el cambio, es ya cambio"
Elementos fundamentales:
  • La Terapia centrada en el cliente: Según Rogers, el cliente es el que lleva el peso de la terapia y el terapeuta tiene que disponer de tres características necesarias y suficientes para lograr el éxito de la misma, que son: Empatía, Aceptación positiva incondicional y Autenticidad o Congruencia:[1]
  • Empatía: una sensible capacidad de ver al cliente y su mundo tal como él lo ve. Uso preferente de la empatía para lograr el proceso de comunicación entre el cliente y el terapeuta
  • Aceptación positiva incondicional: una cálida aceptación y valoración de la otra persona como individuo diferente.
  • Autenticidad o congruencia: una autenticidad y transparencia en la cual pueda el psicoterapeuta vivir sus propios sentimientos. (El espacio comprendido entre el verdadero self y el self ideal; del “yo soy” y el “yo debería ser” se llama incongruencia. A mayor distancia, mayor será la incongruencia. De hecho, la incongruencia es lo que esencialmente Rogers define como neurosis: estar desincronizado con tu propio self).
  • En este tipo de terapia, el terapeuta no ve al cliente desde la perspectiva de un todo sino desde su unicidad como persona.
En síntesis, la hipótesis central propone que el ser humano puede, si se le presentan las condiciones adecuadas, desarrollarse o actualizarse, ampliar sus capacidades y ser consciente de lo que experimenta a fin de poder auto controlarse. "No se puede manejar eficazmente lo que no se percibe conscientemente", propone Rogers. De allí la necesidad de ampliar el concepto de sí mismo del cliente, su self, y de incluir en él todo (o casi todo) lo que vivencia. Pero no se pretende hacerlo actuando sobre él sino, como dice Kinget, "acompañándolo" en la experiencia, brindándole las condiciones requeridas y dándole seguridad (Rogers y Kinget, 1971).

LA TERAPIA Y EL TERAPEUTA, CARACTERISTICAS Y FORMACION

Parafraseando a Claudio Naranjo (1991) cuando habla de la terapia gestáltica, la psicoterapia centrada en el cliente no está conformada básicamente por técnicas sino, esencialmente, por actitudes del terapeuta, las mismas que pueden ser instrumentalizadas de diversa manera.

Dos factores:
1) La actitud que tiene el terapeuta, su filosofía operacional básica frente a la dignidad y la significación del individuo
2) Su instrumentalización a través de métodos adecuados.
Las actitudes del terapeuta deben ser trasmitidas de manera indirecta, impregnadas en las comunicaciones pero no formuladas abiertamente en ninguna de ellas.
El terapeuta debe ayudar a clarificar las emociones del cliente, ser un facilitador en el proceso de hacerlas conscientes, y por ello manejables y no patológicas.
Procurará más bien que sea el cliente quien dirija el proceso. En este caso las intervenciones del terapeuta se plantearán como posibilidades, casi como ecos del material expuesto, y no como juicios de valor, afirmaciones o interpretaciones.
La imagen del eco puede servir para comprender el fenómeno: un eco es una reproducción amplificada y modulada, algo que suena igual y diferente al mismo tiempo, y que permite al emisor una recaptación novedosa y más completa del mensaje emitido. Además, el eco supone un "algo" en comunidad con nosotros, otra persona (un alter-ego) que nos escucha y reproduce y/o reformula nuestros mensajes en un ambiente de aceptación.
En este diálogo con el terapeuta (que es en esencia un diálogo conmigo mismo) empiezo a sentirme aceptado, puesto que diga lo que diga, haga lo que haga, sólo recibo como eco empatía y calidez, en lugar de consejos, diagnósticos o interpretaciones; así, me doy cuenta paulatinamente que no soy tan malo, tan raro o diferente como creía, y empiezo a permitir que mi capacidad de crecer se vaya abriendo paso.
A semejanza de la dicotomía gestáltica figura-fondo, en esta psicoterapia se persigue que el fondo (el campo experiencial no consciente, lo oculto, lo temido) pase a ser figura (conciencia, parte del self, del sí mismo).
Detalles del proceso psicoterapéutico: "Digamos, de entrada, que no existe una distinción precisa entre el proceso y los resultados de la terapia. Las características del proceso corresponden, de hecho, a elementos diferenciados de los resultados" (Rogers y Kinget, 1971).

Condiciones terapéuticas presentes:
·       Existe una relación de contacto entre cliente y terapeuta;
·       Una situación de angustia y desacuerdo interno en el cliente;
·       Una situación de acuerdo interno en el terapeuta;
·       Sentimientos de respeto, comprensión, aceptación incondicional y empatía en el terapeuta; entonces se pone en marcha, motivada por la tendencia innata a la actualización, cierto proceso que podemos catalogar de terapéutico, el mismo que constaría de las siguientes características:
·       Aumento en el cliente de la capacidad para expresar sus sentimientos de modo verbal y no verbal.
·       Estos sentimientos expresados se refieren más al Yo.
·       Aumenta también la capacidad de distinguir los objetos de sus sentimientos y de sus percepciones.
·       Los sentimientos que expresa se refieren cada vez más al estado de desacuerdo que existe entre ciertos elementos de su experiencia y su noción del Yo.
·       Llega sentir conscientemente la amenaza que lleva consigo este estado de desacuerdo interno. La experiencia de amenaza se hace posible gracias a la aceptación incondicional del terapeuta.
·       Gracias a ello el cliente llega a experimentar plenamente (al convertir el fondo en figura) ciertos sentimientos que hasta entonces había deformado o no confesado.
·       La imagen del Yo (sí mismo, self) cambia, se amplía, hasta permitir la integración de elementos de la experiencia que no se hacían conscientes o se deformaban.
·       A medida que continúa la reorganización de la estructura del Yo, el acuerdo entre esta estructura y la experiencia total aumenta constantemente. El Yo se vuelve capaz de asimilar elementos de la experiencia que antes eran demasiado amenazadores para que la conciencia los admitiera. La conducta se vuelve menos defensiva.
·       El cliente es cada vez más capaz de sentir y admitir la aceptación del terapeuta sin sentirse amenazado por esta experiencia.
·       El cliente siente una actitud de aceptación incondicional respecto a sí mismo.
·       Se va dando cuenta que el centro de valoración de su experiencia es él mismo.
·       La valoración de su experiencia se hace cada vez menos condicional, y se lleva a cabo sobre la base de experiencias vividas. El cliente evoluciona hacia un esta-do de acuerdo interno, de aceptación de sus experiencias.
                                     
Participación y el rol del terapeuta en el proceso: "El terapeuta es la verdadera persona que realmente comprende las vacilaciones y debilidades del cliente y las acepta, sin intentar negarlas o corregirlas. Acepta, aprecia y valora al individuo íntegro, dándole, incondicionalmente, seguridad y estabilidad en las relaciones que necesita para correr el riesgo de explorar nuevos sentimientos, actitudes y conductas. El terapeuta respeta a la persona tal como es, con sus ansiedades y sus miedos, por lo que no le impone criterio alguno sobre cómo debe ser. La acompaña por el camino que ella misma se traza, y participa como elemento presente y activo en este proceso de auto creación, facilitando en todo momento la percepción de los recursos personales, y de los rumbos seguidos en el camino, tal y como la persona los vivencia"  
Las características personales que Rogers considera necesarias en todo buen terapeuta que intente instrumentalizar su enfoque son las siguientes:
a) Capacidad empática;
b) Autenticidad;
c) Consideración positiva incondicional.

ACERCA DE LA FORMACIÓN DE LOS TERAPEUTAS

Rogers (1972) establece cuatro fases en la formación de terapeutas centrados en el cliente:
1.       Esclarecimiento de las actitudes del aspirante a terapeuta; el deseo de querer ser terapeuta rogeriano debe ser resultado de un proceso de descubrimiento personal que no puede ser fomentado desde fuera de ninguna manera.
2.       hace énfasis en las técnicas
3.       proporcionar al estudiante una experiencia propia de la terapia, si es posible haciendo que él mismo se someta a ella en condición de cliente
4.       el estudiante debe ejercer la práctica psicoterapéutica desde el momento mismo en que ésta sea practicable

 

APLICABILIDAD DEL ENFOQUE ROGERIANO

Las experiencias terapéuticas, de consejería y orientación, desde la perspectiva rogeriana, abarcan una amplia gama que va del trato de personas normales, en condiciones pedagógicas o vocacionales, hasta la psicoterapia en psicóticos esquizofrénicos (Rogers y otros, 1980).
Áreas como la clínica, la educación, las relaciones de pareja, la ludo terapia, la dinámica de grupos (los famosos grupos de encuentro), etc. Cubre un amplio espectro de edades, desde niños de dos años hasta ancianos.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

·         Aproximación a la psicoterapia de Carl Rogers (Lic. César Vásquez Olcese) UNIVERSIDAD CESAR VALLEJO.
·         ORIENTACIÓN PSICOLÓGICA Y PSICOTERAPIA. FUNDAMENTOS DE UN ENFOQUE CENTRADO EN LA PERSONA. Rogers, C. Conferencia Pronunciada en la Universidad Autónoma de Madrid (3 de abril, de 1978) 3ª Edición. NARCEA, S. A. DE EDICIONES. MADRID.
·         ¿Quién es... Carl R. Rogers? Palacios, J. cuadernos de pedagogía nº 047, noviembre de 1978.
·         Modelo para la presentación de autores (RESEÑA DE CARL R. ROGERS) ANEXO XXI Departamento de Psicopedagogía y Educación Física/Área MIDE. Actividades académicas dirigidas sin profesor. UAH.
·         Wikipedia.org
·         PSICOTERAPIA CENTRADA EN EL CLIENTE. Rogers, Carl R. Paidós Ibérica, 1997.
·         EL PROCESO DE CONVERTIRSE EN PERSONA: MI TECNICA TERAPEUTICA. Rogers, Carl R. Paidós Ibérica, 2000.

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